domingo, 10 de marzo de 2013

Cuando un cliente es más importante que tu profesionalidad

Siguiendo con las repercusiones del caso de Enron, hoy os queremos hacer reflexionar con el caso de la empresa Arthur Andersen. Para  aquellos que no conozcan la empresa Arthur Andersen, fue una de las cinco grandes compañías auditoras del mundo, además ofrecía servicios de consultoría y de ámbito legal y jurídico. Estaba considerada no solo como una de las mejores consultoras y auditoras del mundo sino que tenía una imagen propia en dicho mercado, considerada como la mayor cantera de ejecutivos del mundo. ¿Pero qué sucedió para que éste icono del mundo empresarial quebrase? Queremos destacar tres de los principales motivos:
1-     Poca diversificación de su cartera de clientes. Enron era su principal cliente, su factura en el 2000 fue de 52 millones de dólares.
2-     Mala gestión de los problemas a raíz del fraude de Enron, delitos por obstrucción a la justicia, destrucción de documentos y alteraciones de documentos. Lo que llevo a ser condenada a pagar una multa de 500.000 dólares además de privar a la compañía de seguir realizando funciones de auditoria y consultoría para aquellas empresas que cotizaran en cualquier bolsa de los Estados Unidos.
3-     Poca profesionalidad. Al ser uno de sus principales clientes no fueron imparciales. Dio pie a que la gente desconfiara de ellos.  Esto provoco la perdida de fiabilidad en dicha auditor, algo imprescindible en el sector de las auditorias.
Todo ello hizo que la empresa se viera en una situación insostenible y tuviera que cerrar.
Con éste caso queremos hacer reflexionar sobre la importancia de tener una cartera de clientes diversificada y sobre todo en aquellas en que su actividad económica requiera de una imparcialidad u objetividad, dado que si nuestros beneficios proceden, en su mayoría, por unos pocos clientes, nos pueden hacer tomar decisiones que favorezcan a estos con la intención de mantener una buena relación, sin considerar las desventajas de ésta decisión, entre ellas perdida de fiabilidad, mala imagen de nuestra empresa y sobretodo el incremento del  poder de negociación de nuestros clientes Además, hemos de ser conscientes que de la dependencia que esto provoca, dado que si nuestro cliente cierra o que las relaciones empresariales se vean mermadas, es muy probable que la empresa pase por una situación complicado y es muy fácil que nuestra empresa siga por el mismo camino.
Y si quieres saber más:
- http://www.biblioteca.org.ar/libros/91593.pdf

-http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&frm=1&source=web&cd=6&ved=0CFQQFjAF&url=http%3A%2F%2Fwww.unav.es%2Fadi%2FUserFiles%2FCvFiles%2FFiles%2F35546%2Fjournal51.pdf&ei=s7U8UY6PD8mmhAeSt4GoBg&usg=AFQjCNHwPWJevyrr_jAhaUOFeAxXbIJhQQ&sig2=QeREzNdNeupSdVxL5vA3WQ&bvm=bv.43287494,d.d2k

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Frase de la semana

Si nos levantamos temprano, y sin reproches, somos imparables. Tengo pasión por mi oficio, ese es el secreto.

Josep Guardiola.